Rusia busca superioridad aérea antes de lanzar maniobras terrestres a gran escala desde Bielorrusia
El inicio de la ofensiva de Rusia en Ucrania busca preparar el terreno de cara a la movilización masiva de fuerzas terrestres para rodear al ejército ucraniano concentrado en el este e invadir el país. El presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó este jueves la ofensiva, acompañada de ataques aéreos, tras concentrar 180.000 soldados alrededor de Ucrania en las últimas semanas.
Moscú, que dispone de una potencia de fuego abrumadora en comparación con una Ucrania con pocas capacidades antiaéreas, afirma que ya destruyó 74 instalaciones militares, entre ellas 11 aeródromos, y los sistemas de defensa antiaérea de Ucrania.
Estos ataques alcanzaron la capital Kiev; la ciudad de Kramatorsk (este), que acoge el cuartel general del ejército ucraniano; Járkov, segunda ciudad del país próxima a la frontera rusa; Odesa, frente al mar Negro; y Mariúpol, la ciudad más cercana a la línea del frente.
«Los rusos iniciaron una fase de preparación del campo de batalla llamada ‘shaping’», consistente en «neutralizar todas las defensas antiaéreas, las bases aéreas; suprimir los medios de guerra electrónica», entre otros, explica un militar de alto rango francés, que pidió el anonimato.
Rusia busca «ganar la superioridad aérea antes de lanzar maniobras terrestres a gran escala desde Bielorrusia, [la península de] Crimea y el este y conquistar los puentes», agrega el militar, para quien el objetivo de Moscú es «ocupar toda Ucrania». En tierra, soldados rusos ya comenzaron incursiones en dirección de Kiev, pero también alrededor de los territorios separatistas prorrusos de Donetsk y Lugansk, cuya independencia acaba de reconocer Rusia.
Guerra híbrida
«Asistimos por el momento a una campaña militar rápida que busca dividir, rodear y destruir las fuerzas ucranianas mediante varios asaltos simultáneos lanzados durante la noche» desde el norte, el este y el sur, estima Franz-Stefan Gady.
Para este experto militar del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS), con sede en Londres, «Rusia busca concluir rápidamente el conflicto». «Las fuerzas ucranianas están alineadas a lo largo de la frontera actual de las llamadas repúblicas [de Donetsk y Lugansk], en las trincheras», abunda François Heisbourg, consejero especial de la Fundación de la Investigación Estratégica (FRS), en París.
Sin embargo, «los blindados rusos parecen querer rodear» esta zona conocida como el Donbás «por el oeste, viniendo desde el norte».
En paralelo, entrando desde Crimea en el sur, tratarán de unir sus fuerzas para «aislar al ejército ucraniano situado frente al Donbás, neutralizarlo y obligarlo a rendirse», apunta la fuente militar francesa.
En una maniobra característica de conflictos «híbridos», la ofensiva convencional rusa estuvo precedida de una amplia campaña de desinformación y de una serie de ciberataques. Varios ataques lanzados desde el miércoles volvieron inaccesibles las páginas web de varios bancos y ministerios ucranianos, entre ellos el de Relaciones Exteriores.
Kiev atribuye estos ciberataques a operadores rusos, lo que Moscú desmiente. Los países occidentales suelen acusar a Rusia de lanzar pirateos informáticos a gran escala.
Moscú parte del principio que los países de la OTAN no intervendrán para impedir su acción militar en Ucrania, que desde hace años busca integrar esta organización militar, según los expertos.
«Un 75% de las fuerzas terrestres rusas están en Ucrania o en sus alrededores. Si temiesen un ataque de la OTAN o de un país occidental, Moscú no habría hecho eso», según Gady.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, confirmó que la Alianza no tiene tropas en Ucrania ni planes de desplegarlas en ese país, aunque anunció un refuerzo de sus tropas en los países aliados vecinos de Rusia.
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